Neuromonitoreo y protección cerebral en cirugía cardiovascular

Romero Santana GM.1, Castro Aguilar Aguila M.1, Espinosa Gutiérrez JC.1, Gómez Leandro II.1

Filiaciones
1Centro Médico Nacional La Raza, Ciudad de México, México.

©2019 El(los) Autor(es) – Este registro pertenece a los Resúmenes de Trabajos Libres del Congreso CLASA 2019


https://doi.org/10.25237/congresoclasa2019.22 | PDF


Las cardiopatías isquémicas y valvulares están aumentando a nivel
mundial entre un 15 al 20% anual, la cirugía cardiovascular en la cual se deben
implementar medidas de vigilancia y protección a nivel neurológico con el fin de
valorar la función y perfusión, ya que la presencia de eventos neurológicos
posterior a cirugía cardiaca tiene una incidencia del 6% los cual refleja un
aumento de la morbimortalidad hasta en un 21%. Las necesidades del monitoreo
cada vez son mayores, el impacto sobre los órganos vitales puede aumentar o
disminuir la mortalidad; la única manera de valorarlo es por medio de equipos de
diferentes tecnologías. Idealmente para valorar a nivel neurofisiológico el
monitoreo es no invasivo continuo y rápido detectando de manera mas rápida y
confiable cambios en la perfusión y en la función cerebral. Actualmente se
utilizan: electroencefalogramas (EEG) y los potenciales evocados que proveen
información acerca de la función cerebral así como la espectroscopia infrarroja
regional (NIRS), el Doppler transcraneal y el uso del bulbo yugular para valorar
la perfusión cerebral. Los agentes anestésicos y la profundidad anestésica
afectan el flujo sanguíneo cerebral y el consumo metabólico de oxígeno. Se
encuentran diversas estrategias para disminuir los posibles daños a nivel
cerebral como reducir la demanda de oxígeno por medio de hipotermia, mantener
los sustratos para un equilibrio en perfusión y función cerebral como glucosa,
oxígeno, aminoácidos, soluciones buffer que optimizan el metabolismo celular,
reducción de la sobrecarga de calcio y la reducción del edema con soluciones
hiperosmolares como manitol, cloruro de potasio y glucosa; otros mecanismos
utilizados son medicamentos como los opioides que reducen ligeramente ambos
parámetros flujo sanguíneo y consumo metabólico, manteniendo intacta la
autorregulación cerebral.

Resultados: Describir la protección cerebral vigilada con
neuromonitoreo en cirugía cardiovascular y asociarla con eventos neurológicos
postquirúrgicos. Se realizó un estudio descriptivo, prospectivo, transversal,
sin presencia de grupo control sin ceguedad de la aplicación y evaluación, se
incluyendo pacientes entre 45 a 70 años de edad sometidos a cirugía cardiaca sin
antecedentes de evento vascular cerebral o déficit neurológico, con un cálculo
con intervalo de confianza del 95% y valor b 0,05, poder estadístico de 95%.

Conclusión: El neuromonitoreo aplicado en el Hospital General de La
Raza promueve una baja prevalencia de eventos neurológicos monitorizados del
8,1% con la presencia de 4,8% de eventos neurológicos siendo menor por la
protección neurológica dentro de cirugías cardiaca de manera oportuna y
optima.