Dra. Mariela Agurto 1 , Dr. Dagoberto Ojeda 2 , Dr. David Castro 3 , Dra. Patricia Cisternas 4
Rev Chil Anest Vol. 40 Núm. 2 pp. 155-164|doi:
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Introducción
Los pacientes pediátricos que requieren cirugía traumatológica para rehabilitación de secuelas neurológicas presentan algunas diferencias con la población quirúrgica pediátrica general: menor desarrollo pondo-estatural y alteraciones anatómicas que hacen variar los reparos usualmente utilizados para realizar una analgesia epidural.
Objetivo General
1. Enunciar un modelo de regresión que permita calcular la distancia desde la piel hasta el espacio epidural en el interespacio lumbar L4-L5.
2. Investigar la concordancia anatómico-ecográfica en la identificación del espacio lumbar L3-L4.
Material y Métodos
Se diseñó un estudio prospectivo, observacional al cual ingresaron los niños sometidos a cirugía de osteotomía, provenientes del instituto de rehabilitación que realiza sus cirugías en nuestra institución, en el período comprendido entre marzo a diciembre de los años 2009 y 2010. Se excluyeron a los pacientes con antecedentes de mielomeningocele. Luego de ser anestesiados, los pacientes eran colocados en posición fetal hacia el lado izquierdo y el investigador principal procedía a marcar el espacio L3-L4 identificado por reparos anatómicos. Un segundo operador escaneaba la columna en eje largo parasagital con un ecógrafo General ElectricR Logic E y corroboraba si correspondía a dicho espacio. Posteriormente se procedía a realizar la punción epidural en L4-L5 con trócar de Tuhoy mediante técnica de pérdida de la resistencia y al identificar el espacio epidural se marcaba el trócar con plumón indeleble para medir la distancia en centímetros desde la piel hasta el vértice del bisel.
Resultados
Se obtuvo información en 42 pacientes cuyo promedio de edad fue de 10,3 años, con un rango entre 23 meses y 15 años, de los cuales 61% eran hombres. Hubo un 71% de concordancia ecográfica-anatómica en la identificación de L3-L4; esta era menor (64%) en menores de 8 años y mayor (75%) en mayores de 8 años, pero esta diferencia no fue significativa (Fisher test p = 0,425). La distancia piel espacio epidural en L4-L5 fue en promedio de 3,3 cm con un rango entre 1,2 y 5,6 cm. El modelo de regresión obtenido fue: Distancia piel-espacio epidural en L4-L5 (cm) = 0,15 x Edad (años) + 0,13 x IMC (kg/mt2)-0,375.
Con un R2 de 0,4298 (Fisher test p = 0,000). Al comparar nuestro modelo con el de Bösenberg 1 encontramos que las distancias predichas tiene similares correlaciones con la distancia real: 0,6556 para nuestro modelo y 0,6598 para el de Böesenberg. Si bien no hubo cálculo de tamaño muestral previo, el tamaño necesario hubiera sido de 38 pacientes.
Conclusiones
Hubo buena concordancia entre la identificación anatómica y ecográfica del espacio L3-L4.
Se obtuvo un modelo de regresión para calcular la distancia espacio epidural-piel en L4-L5 que no presentó mayores ventajas en relación al modelo clásico ya existente.
Referencias