El lenguaje inclusivo reconoce la diversidad, es respetuoso con todas las personas, tiene en cuenta las diferencias y promueve la igualdad de oportunidades. Los artí¬culos no contendrán supuestos sobre las creencias o las adhesiones de los lectores, evitarán toda afirmación de superioridad relativa a raza, sexo, cultura o cualquier otra característica, y emplearán un lenguaje inclusivo en todo momento. Los autores deben asegurarse de utilizar un lenguaje libre de sesgos, por ejemplo, eligiendo ‘el o la’, ‘el/la’ en lugar de ‘el’ o ‘la’, así¬ como utilizando términos que huyan de los estereotipos (por ejemplo, ‘asistente de vuelo’ en lugar de ‘azafata’).