David Steinberg 1
Rev Chil Anest Vol. 39 Núm. 1 pp. 14-23|doi:
PDF|ePub|RIS
Resumen
Objetivo: La correlación entre el género y la potencia o efecto de ciertos relajantes neuromusculares incluyendo atracurio ha sido estudiada. Sin embargo, la metodología empleada pudiera adolecer de inconsistencias. El objetivo del presente ensayo es analizar con amplitud esa relación y aportar nuevas conclusiones sobre la misma. Pacientes y Métodos: En la primera etapa del trabajo, se construyeron las curvas dosis respuesta al atracurio en tres grupos: uno mixto, uno exclusivamente femenino y otro masculino. Estos sujetos recibieron dosis únicas que fueron transformadas en logaritmo y el efecto, monitoreado por electromiografía, en probits, calculándose las DE50,90 y 95 para cada paciente. En la segunda etapa se administró un bolo de 250 µg.Kg-1 a otros dos grupos similares determinándose: el período de comienzo inicial, máximo efecto, tiempo de comienzo, velocidad de acción, recuperación entre 10 y 25% y entre 25 y 50%, duración clínica y velocidad de recuperación. Resultados: No se observaron diferencias significativas en las DE50,90 y 95 entre los grupos, después de dosis únicas: 146 ± 47, 253 ± 82 y 305 ± 99 (µg.Kg-1) para el grupo femenino, 160 ± 59, 284 ± 104 y 345 ± 127 para el grupo masculino y 151 ± 36, 259 ± 63 y 311 ± 76, respectivamente. Después de administrar el bolo no se detectó ninguna diferencia significativa entre los géneros en los parámetros farmacodinámicos analizados. Conclusiones: Estos resultados sugieren que no existe influencia significativa del género de los pacientes sobre la potencia y curso de acción del atracurio en concordancia con nuestros trabajos previos sobre vecuronio y mivacurio. Pero hallazgos de otras investigaciones similares realizadas en pacientes chinos arrojan conclusiones diferentes, que dan soporte al mismo tiempo a sus trabajos precedentes sobre rocuronio y vecuronio. Este hecho aparentemente deja al documentado factor étnico como la explicación posible de los distintos hallazgos.
Summary
Objective: Correlation between gender, potency and course of action for some muscle relaxants, including atracurium, has been studied. Nevertheless, methodological inconsistencies can be detected. The aim of present trial is to widely review that relationship and bring new conclusions on it. Patients and Methods: In part one of the investigations, single dose response curves for atracurium was developed for: a female group, a male and a mixed gender group of elective patients. After maximal effect was assessed by electromyography and transformed into probits and dose was transformed in logarithms, ED50,90 and 95 were calculated for each subject. In the second part, two groups of similar recruited patients received atracurium 250 µg.Kg-1 by bolus. The same method was used for the assessment of: early onset time, maximal blockade, onset time, speed of action, recovery 10 to 25% and 25 to 50%, clinical duration and speed of recovery. Results: Present results showed that ED50,90 and 95 for studied groups, obtained by single dose-response, were not significant different: 146 ± 47, 253 ± 82 y 305 ± 99 (µg.Kg-1) for the female group, 160 ± 59, 284 ± 104 and 345 ± 127 for the male group and 151 ± 36, 259 ± 63 and 311 ± 76, respectively. After bolus any statistically differences were noticed among groups for the assessed pharmacodynamic parameters. Conclusions: These results suggest that any significant influence of gender on the potency and clinical effect of atracurium could be detected, in close agreement with our earlier works on vecuronium and mivacurium. But findings arising from similar investigations performed on Chinese patients come to an opposite result, which gives support to their own previous investigations on rocuronium and vecuronium. This conflicting situation leaves the well documented ethnic factor as a possible explanation for the differences on findings.
Key words: Muscle relaxants, atracurium, gender, potency, course of action.
Introducción
Se ha venido haciendo un esfuerzo significativo en estos años para determinar si el género de los pacientes tiene un efecto significativo en los requerimientos anestésicos y en los resultados finales de la anestesia. Cuando en los estudios médicos se desea sustentar la influencia que introduce el género, ésta se basa ciertamente en diferenciaciones biológicas e identidades sociales. Sin embargo, aún no está claro que exista suficiente evidencia como para modificar las técnicas únicamente en razón al género, a pesar de que algunas investigaciones sugieren diferencias farmacológicas en ciertas respuestas a los relajantes musculares (RM) y opioides, así como en la incidencia de efectos colaterales relacionadas al género. En principio, el objetivo general de este tipo de investigaciones sería la optimización y ajuste de la atención médica 1 , 2 , para lo cual es necesario considerar que las supuestas diferencias pueden constituir una consecuencia dependiente del sexo, como por ejemplo las características morfométricas y el metabolismo basal o específicas del sexo, entre las cuales habría de incluirse las variaciones cíclicas, diferencias en neurotransmisores, comportamiento de algunas enzimas básicas como el citocromo y la amplia gama de diferencias hormonales 3 .
Una situación muy evidente surge con los estudios que se realizan a propósito de la introducción de nuevos fármacos. En ellos las mujeres han estado menos representadas bajo la premisa de la responsabilidad que deba asumirse si llegaran a presentarse efectos teratogénicos por las drogas a probar y de las interferencias que pudieran introducir los ciclos hormonales en el metabolismo y eficacia de los nuevos tratamientos. En un orden parecido de ideas, se ha propuesto que una condición propia del genero FEM como el embarazo y el subsiguiente periodo del post-parto fueran capaces de modificar ciertas propiedades farmacodinámicas de algunos relajantes musculares 4 .
Al incluir más arriba la incidencia de reacciones adversas como un posible carácter diferencial, se crea la oportunidad de mencionar que algunas situaciones clínicas de reconocida gravedad y sus eventuales complicaciones, en el marco de importantes afecciones médicas, pueden ser más frecuentes entre las mujeres 5 . En forma correspondiente, algo similar tiene lugar con algunos resultados adversos que ocurren después de ciertas técnicas anestésicas 6 y en otras como las reacciones anafilaxias 7 , 8 , en particular las desencadenadas por los RM 9 , 10 .
Muy interesantes son las supuestas diferencias, tanto clínicas como experimentales, acerca de la percepción del dolor por las mujeres 9 , así como la variación entre los géneros en las respuestas a los anestésicos endovenosos y sus posibles combinaciones 11 – 15 .
Se han realizado investigaciones que tienden a establecer diferencias entre los géneros en relación con algunas respuestas que se observan después de la administración de rocuronio 16 – 18 , pero aquéllas que se refieren más específicamente a su efecto y curso de acción se basan en una metodología y resultados que son más controversiales 19 – 22 . La interacción entre el género y la potencia o el efecto ha sido estudiada para ciertos RM, tal es el caso del vecuronio 23 , 24 , cis-atracurio 25 y atracurio (ATR) 24 , 26 . En realidad no todos los trabajos ponen en evidencia una correlación entre los cambios y el género 24 , 25 , lo cual conduce a la necesidad de incluir algunos resultados discutibles que se esgrimen para explicar una supuesta correlación 27 . Otras investigaciones, por su parte, definitivamente demuestran que el género no posee una influencia significativa sobre la potencia ni los efectos del mivacurio 28 , como tampoco del vecuronio 29 .
Vistas algunas de las anteriores conclusiones contradictorias, el propósito de la presente investigación es aclarar definitivamente el papel que desempeña el género en las características farmacodinámicas del ATR, potencia y curso de acción. Por lo tanto, el estudio se realizará en dos etapas, en la primera de las cuales se construirán curvas dosis-respuesta en base a las cuales se calcularán las dosis efectivas, mientras que en la segunda estudiaremos el curso de acción del relajante, para lo cual se introducirá el uso de nuevos parámetros que de la manera más amplia servirán para definir el verdadero rol del género en dichas propiedades.
Material y Métodos
La investigación tuvo lugar en dos etapas. En la primera y una vez otorgado su consentimiento institucional firmado, un grupo de pacientes adultos, incluyendo ambos géneros, femenino y masculino (MIX) (n = 45), propuestos para cirugías electivas, fueron anestesiados con agentes intravenosos (propofol 1 a 2 mg.Kg-1, dosis fraccionadas de opioides) y óxido nitroso en cantidades y concentraciones suficientes para lograr un plano anestésico adecuado durante el tiempo en el cual tuvo lugar la investigación. Ésta fue realizada en el curso de la inducción, con anterioridad a cualquier manipulación quirúrgica y precedida por una sedación (midazolam ≤ 0,3 mg.Kg-1). Se trató en lo posible de mantener la metodología empleada dentro de los lineamientos para una buena investigación clínica sobre farmacodinamia de los bloqueantes neuromusculares (Good clinical research practice: GCRP 30 ) *.
Los sujetos no presentaban otro tipo de patología agregada diferente al motivo de su cirugía ni se hallaban bajo tratamiento médico con fármacos conocidos o sospechosos de interactuar con los agentes y procedimientos anestésicos en general y el ATR en particular. Dentro de los criterios de exclusión se consideraron a los obesos mórbidos, embarazadas y pacientes en la edad extrema. Durante la investigación, los pacientes fueron monitoreados con mediciones continuas de la presión arterial no invasiva, frecuencia cardíaca (dos orígenes), electrocardiograma (tres derivaciones), oximetría y pletismografía de pulso. En gases espirados se dosificaron la concentración del agente inhalatorio, anhídrido carbónico y la capnografía (equipos Merlin: HP® y RGM: Ohmeda®, USA). La profundidad de la hipnosis fue determinada por el análisis integrado biespectral del electroencefalograma frontal (BIS, Aspect®, USA). Junto a las cifras controles, los valores de estos parámetros fueron almacenados en memoria y durante la anestesia se emplearon procedimientos (máquinas Siemens®, Suecia y Excel Ohmeda®: USA) y medidas farmacológicas para mantenerlos en los rangos previos.
Los casos fueron asignados aleatoriamente para recibir pequeñas dosis únicas de ATR que se administraron en un mismo volumen (10 ml), a través de una solución de ringer ampliamente abierta en 10 segundos aproximadamente. Utilizando la electromiografía (Monitor Relaxograph, NMT 221: Datex, Helsinski, Finlandia) se determinó el máximo efecto, considerando como tal el valor porcentual de la primera respuesta en la salva comparada con la inicial. Para lograr este objetivo se utilizó una estimulación a nivel del nervio cubital en la muñeca, consistente en una ráfaga de cuatro estímulos (Tren de Cuatro) y las respuestas recogidas a nivel de la eminencia hipotenar. Después de las transformaciones de las dosis en logaritmos y el efecto en probits, se trazó una línea de regresión, cuya ecuación se obtuvo y proporcionó el coeficiente de Hill () (coeficiente de Hill). Resolviendo la ecuación de Hill se obtuvieron las respectivas dosis efectivas 50, 90 y 95 (DE50,90,95) para cada paciente. Las bondades y características de las líneas de regresión fueron evaluadas por el coeficiente de correlación (R2), la pendiente calculada por la relación Probit/logaritmo y una vez resuelta la ecuación de la curva se pudo predecir ó reproducir el Probit y a su vez de éste el bloqueo correspondiente.
Dos grupos adicionales (n = 45 c/u), uno del género femenino exclusivamente (FEM) y otro del género masculino (MAS), escrutados y anestesiados de igual manera que los anteriores, recibieron ATR en dosis similares. Utilizando la misma metodología también se obtuvieron las DE50, DE90 y DE95. A este nivel de la presente etapa, la investigación se consideró terminada continuándose la anestesia y comenzando la cirugía de manera convencional.
En la segunda etapa dos grupos adicionales, FEM y MAS (n = 20 c/u) recibieron un bolo de ATR 250 µg.Kg-1. Con el empleo de los mismos métodos de monitoreo neuromuscular se determinaron los siguientes parámetros: período de comienzo inicial (PCI), como el tiempo en segundos transcurridos entre el final de la administración del ATR y la obtención de un bloqueo del 80%. El máximo efecto (MAX), como la mayor depresión porcentual de la primera respuesta en comparación con la ráfaga inicial. El período de comienzo (PC), como el tiempo en segundos transcurridos entre el final de la administración del relajante y el máximo efecto. El período de recuperación en segundos entre el 10 y 25% (Rec10-25), el período de recuperación en segundos entre el 25 y 50% (Rec25-50) y la duración clínica, tiempo en minutos transcurridos entre el final de la administración del relajante y la recuperación espontánea del 25% de la primera respuesta (DUR). Los siguientes parámetros derivados sobre la velocidad de acción, también fueron calculados: velocidad inicial (VELINI), expresada en segundos por % (seg/%) (Segundos necesarios para producirse cada % de bloqueo), como la relación entre el tiempo y la fracción del efecto hasta el 80%. Velocidad final (VELFIN) aquella desarrollada entre el 80% y el máximo bloqueo. Velocidad global (VELGLB) como la relación TC/MAX. Durante la reversión espontánea se calcularon: Velocidad de recuperación inicial (RECINI) en seg/% desarrollada entre el verdadero comienzo de la recuperación hasta alcanzar 10%. Velocidad de recuperación final(RECFIN) en seg/%, como la desarrollada entre 10 y 25% de reversión y la velocidad de recuperación global (RECGLB) en seg/%, aquella desarrollada desde el inicio de la reversión espontánea hasta el 25%. Estos últimos parámetros pretenden valorar la verdadera reversión espontánea que no comienza sino después de un período de estabilización del máximo efecto. Una vez alcanzada la reversión espontánea de 50% se dio por terminada la investigación, continuando el procedimiento de manera habitual.
Los resultados se expresan en promedios ± una desviación estándar, las dosis efectivas incluyen el intervalo de confianza 95% y otros como el peso y las dosis, el rango. Fueron comparados estadísticamente por la prueba en T, el análisis de varianza y los grupos significativos identificados con la prueba de Student-Neuman-Keuls, también el coeficiente de correlación R2 y la prueba de Spearman Rank Order Correlation con un nivel de significancia de p < 0,05.
Resultados
En la primera parte, siendo tres grupos que serían comparados con el análisis de varianza para detectar una diferencia de 20% con una desviación estándar de 0,2 y una potencia de 0,8, el tamaño mínimo de la muestra debía de ser n = 20 para cada grupo. Post-hoc, con un propósito similar, siendo el tamaño de los grupos n = 45, la potencia correspondiente es de 0,996. En la segunda parte, siendo dos grupos que serían comparados con la prueba en T impar para detectar los mismos niveles de diferencia con igual desviación estándar para una potencia de 0,8, la muestra debía ser de n = 17 para cada grupo. Post-hoc con un propósito similar, pero siendo n = 20, la potencia correspondiente fue de 0,869.
Durante el curso de la primera parte de la investigación cuatro pacientes del grupo femenino fueron descartados por transgresiones al protocolo, sus resultados no fueron incluidos en los cálculos subsiguientes. Las características antropométricas demostraron que el grupo MAS fue el más joven y pesado y estadísticamente diferente al FEM. En promedio, los tres grupos recibieron la misma cantidad de ATR (Tabla 1).
Tabla 1 Resultados: Primera parte. Características antropométricas y de las líneas de regresión
1) Femenino |
2) Masculino |
3) Mixto |
Sig. |
|
Edad |
48 ± 17 (17-86) |
39 ± 14 (18-74) |
44 ± 15 |
1) vs = 2 |
Género |
M = 22/F = 23 |
|||
Peso |
68 ± 14 (54-112) |
78 ± 12 (43-120) |
72 ± 15 (50-120) |
1) vs = 2 |
Dosis |
204 ± 86 (49-307) |
210 ± 86 (50-305) |
203 ± 91 (50-307) |
p = 0,927 |
y = 3.9933*x +8.5329 |
y =3.8408*x+8,2363 |
y = 4.0801*x+8.4932 |
||
R2 |
0,771 (p = 0.054) |
0,709 (p = 0.031) |
0,873 (p = 0.142) |
|
Pendiente |
8.522 ± 3.577 |
8.460 ± 3.536 |
8.350 ± 3.666 |
p = 0,975 |
Probit |
5.5400 ± 1.194 |
5.412 ± 1.170 |
5.400 ± 1.192 |
p = 0,834 |
predicción (P) |
5.5400 ± 1.048 |
5.412 ± 0,986 |
5.418 ± 1.078 |
p = 0,815 |
Sig. |
p = 1 |
p = 1 |
p = 0.940 |
|
Efecto |
64 ± 33 |
61 ± 33 |
62 ± 34 |
p = 0,902 |
Predicción (E) |
63 ± 32 |
60 ± 31 |
61 ± 32 |
p = 0,880 |
Sig. |
p = 0,907 |
p = 0,862 |
p = 0,954 |
|
Características antropométricas: Edad en años. Género: M: masculino, F: femenino. Peso en kilogramos, rango. Dosis en µg.Kg-1, rango. Ecuación de la línea de regresión. R2: coeficiente de correlación y significación estadística. Pendiente: inclinación de la curva. Probit: promedio de los probits de cada grupo. Predicción (P): predicción de los probits después de resolver la ecuación de la curva. Efecto: promedio del efecto que se obtuvo en cada grupo. Predicción (E): predicción de los efectos basados en la obtención de los probits. Sig: significación estadística entre grupos y valor de p. Promedios ± una desviación estándar. |
La correlación entre el logaritmo y los probits fue buena en los tres grupos. No se observaron diferencias significativas en las inclinaciones de las curvas, así como tampoco en el promedio de los probits y efectos. La resolución de las ecuaciones de las curvas permitieron predecir (reproducir) los valores de los probits y secuencialmente de los efectos, sin obtener diferencias estadísticas (Tabla 1 y Figura 1).
Figura 1 Resultados: Curvas dosis respuestas para los grupos femenino, masculino y mixto. Curvas dosis-respuesta correspondientes a los tres grupos. Cada punto representa un paciente. Femenino: círculos vacíos. Masculino: triángulos llenos. Mixto: cuadrados llenos.
No se observaron diferencias significativas en la potencia del ATR entre los grupos en ninguno de los niveles: DE50, 90, y 95 que se obtuvieron de las curvas dosis-respuesta a dosis única (Tabla 2).
Tabla 2 Resultados: Potencia del atracurio en los tres grupos
1) Femenino |
2) Masculino |
3) Mixto |
Sig. |
|
DE50 |
146 ± 47 |
160 ± 59 |
151 ± 36 |
p = 0,385 |
I.C. 95% |
131 – 160 |
143 – 177 |
140 – 162 |
|
DE90 |
253 ± 82 |
284 ± 104 |
259 ± 63 |
p = 0,200 |
I.C. 95% |
227 – 278 |
253 – 315 |
240 – 278 |
|
DE95 |
305 ± 99 |
345 ± 127 |
311 ± 76 |
p = 0,171 |
I.C. 95% |
274 – 338 |
308 – 315 |
289 – 333 |
|
Dosis efectivas 50, 90 y 95 (DE50, 90 y 95) correspondientes a los tres grupos. IC 95%: intervalo de confianza 95%. Sig.: significación estadística entre grupos. Promedios ± una desviación estándar. |
Durante la segunda parte del trabajo, de nuevo el peso de los pacientes MAS fue significativamente más elevado que FEM. Farmacodinámicamente se observaron dos hallazgos: el PCI fue significativamente más breve en los MAS y como consecuencia la velocidad inicial fue también más rápida entre ellos. La velocidad inicial fue 8,49 veces más rápida que la final entre los FEM y 7,88 veces en los MAS. Por el contrario, la velocidad de recuperación inicial fue 4,35 veces más lenta que la final en las FEM y 7,92 veces entre los MAS. En términos generales, la velocidad global de recuperación fue unas 14 veces más lenta que durante la instalación del bloqueo. Otros parámetros primarios y derivados no fueron significativamente diferentes entre los géneros. En algunos de ellos una amplia variabilidad en los resultados pudo ser la causa (Tabla 3).
Tabla 3 Resultados: Segunda parte. Características antropométricas. Estudio farmacodinámico amplio después de la administración de un bolo
Femenino |
Masculino |
Sig. |
|
Edad (años) |
49 ± 15 |
49 ± 13 |
p = 0,150 |
Peso (Kgs.) |
61 ± 10 |
71 ± 12 |
p = 0,011 |
Dosis (µg.Kg-1) |
253 ± 0,8 |
250 ± 0,8 |
p = 0,252 |
P.C.I. (segundos) |
288 ± 85 |
202 ± 81 |
p = 0,008 |
MAX (%) |
87 ± 8 |
86 ± 10 |
p = 0,745 |
P.C. (segundos) |
418 ± 66 |
374 ± 100 |
p = 0,112 |
VELINI (seg/%) |
3,6 ± 1,07 |
2,53 ± 1,02 |
p = 0,004 |
VELFIN (seg/%) |
30 ± 36 |
19 ± 25 |
p = 0,363 |
VELGLB (seg/%) |
4,9 ± 1,12 |
4,52 ± 1,64 |
p = 0,407 |
Rec10-25 (segundos) |
589 ± 138 |
502 ± 111 |
p = 0,179 |
Rec25-50 (segundos) |
617 ± 157 |
499 ± 191 |
p = 0,086 |
DUR (minutos) |
23 ± 11 |
22 ± 8 |
p = 0,680 |
RECINI (seg/%) |
171 ± 65 |
263 ± 145 |
p = 0,124 |
RECFIN (seg/%) |
39 ± 9 |
33 ± 12 |
p = 0,261 |
RECGLB (seg/%) |
68 ± 27 |
60 ± 24 |
p = 0,373 |
P.C.I.: período de comienzo inicial. MAX: máximo efecto. P.C.: período de comienzo. VELINI: velocidad inicial de instalación. VELFIN: velocidad final. VELGLB: velocidad global. Rec10-25: tiempo de recuperación entre 10 y 25%. Rec25-50: Tiempo de recuperación entre 25 y 50%. RECINI: velocidad de recuperación inicial. RECFIN: velocidad de recuperación final. RECGLB: velocidad de recuperación global. (Unidades para evaluar los parámetros). Sig.: significación estadística, valor de p. Promedios ± una desviación estándar. |
Discusión
Los resultados de la primera parte del presente estudio revelan que el género de los pacientes no modifica significativamente la potencia del ATR (DE50, 90 y95). En su segunda parte después de la administración de un bolo de ATR, la falta de diferencias estadísticas en las distintas fases de la instalación del bloqueo (incluyendo velocidad de acción), como tampoco en los diferentes periodos de la reversión espontánea (incluyendo Rec10-25, Rec25-50 y velocidad de recuperación), que por primera vez se añaden en este tipo de investigaciones, complementan y confirman los hallazgos del estudio precedente.
La utilización de los parámetros sobre la velocidad de acción: inicial, final y global, introducidos previamente en otros trabajos 31 , responde a la estrecha relación que existe entre el tiempo y los efectos parciales o finales que produce una determinada dosis de RM. Adicionalmente demuestran en el presente caso, la influencia limitada que tiene el género sobre la velocidad de comienzo y ratifica el carácter bifásico de este periodo, al comprobar la diferencia tan importante de la rapidez inicial comparada con la lentitud final. En nuestra opinión resulta ser una mejor medida, para fines similares, que los estudios restrictivos en los cuales quedan excluidos numerosos pacientes 32 , 33 . El diseño de la velocidad de recuperación, es una manera original de abordar la reversión espontánea, después que nuestros estudios pilotos demostraron la falta de coincidencia cualitativa entre la duración clínica de varios grupos de sujetos que recibieron dosis equiefectivas de varios RM. Este hecho nos condujo a establecer que el tiempo estimado como duración clínica dependía en gran medida del efecto final alcanzado y desde donde, en realidad, comienza la recuperación 34 , 35 .
Finalmente, hemos tenido el cuidado de incluir un grupo MIX, ausente en otros trabajos de la misma índole, para permitir la amplitud y esclarecer los análisis farmacodinámicos. Sin ellos es poco probable evaluar la significación clínica de cualquier hallazgo, habida cuenta que constituye el mejor valor de referencia 28 , 29 .
Ha existido la tendencia a correlacionar la gravedad y complicaciones de importantes afecciones médicas con el género de los enfermos 5 . Lo discutible en esta situación es que cuando por ejemplo, se reporta una mayor mortalidad entre las mujeres después de la cirugía coronaria y/o el infarto miocárdico, al mismo tiempo se ha demostrado, que ellas fueron tratadas cuando la enfermedad se encontraba en una etapa más grave que en los hombres, tenían una edad más avanzada, que con mayor frecuencia presentaban afecciones concomitantes, como diabetes, hipertensión, angor y que acudían al médico más tardíamente que los hombres en ocasión de un episodio agudo 5 , 36 .
Habiéndose demostrado que las mujeres “se despiertan” significativamente antes que los hombres después de las anestesias con Propofol y que durante la inducción sus concentraciones plasmáticas (Cp50) son significativamente diferentes a éstos, al tiempo que son mayores durante el mantenimiento de la anestesia, es de notar sin embargo, entre las pacientes que incidentalmente pudieran permanecer concientes bajo anestesia general y que deberían mostrar una mayor prevalencia de “sueños”, por el contrario la incidencia en la generación de recuerdos no tiene relación con el género 36 – 40 .
En cuanto al embarazo, si bien corresponde a un solo género, se han reportado hallazgos que quisieran extrapolarse a la presente discusión. En efecto, es cierto que en tal estado se describe un aumento en la filtración glomerular, mayor eliminación renal de las drogas y un incremento en el contenido corporal de agua que pudiera resultar en una disminución de la concentración sérica de muchos agentes farmacológicos 41 , pero al mismo tiempo, otros han demostrado que los volúmenes de distribución, el volumen en condiciones estables y el del compartimiento central, de algunos RM como el vecuronio, pancuronio y en nuestro caso el ATR eventualmente permanecen inalterados durante el embarazo 42 . En otro aspecto de la misma cuestión, la duración clínica y el índice de recuperación del rocuronio se prolonga durante el embarazo, sin embargo, cualquier diferencia desaparece si las dosis se ajustan al cálculo por el peso magro en lugar del peso corporal total 43 , 44 .
Durante la etapa del post-parto, también se ha descrito un alargamiento en la duración del mivacurio, pero que en realidad puede explicarse por una reducción concomitante en la actividad de la colinesterasa plasmática 45 e incidentalmente no se observa después del uso del ATR 46 . Por último, supuestas alteraciones en el tiempo de comienzo y duración del vecuronio 4 , 47 , no han podido ser reproducidas experimentalmente 46 .
Se ha reportado el hecho de que la inyección de rocuronio, bien en pequeñas cantidades o a dosis paralizantes es más dolorosa en pacientes mujeres, lo cual puede atribuirse a su menor umbral al dolor. Por el contrario, las condiciones de intubación son mejores después que este RM se utiliza en mujeres 18 , 48 , 49 .
Después de administrar una dosis total de 400 µg.Kg-1 de rocuronio, se han descrito las siguientes diferencias estadísticamente significativas: la duración clínica más prolongada y el tiempo para la recuperación de un 5% y 90% más largos en el sexo femenino, mientras que el índice de recuperación entre 25 y 75% no cambia 19 . Pero igualmente se ha demostrado que utilizando el mismo relajante, la relación existente entre la cuenta post-tetánica y el tiempo para la aparición de la primera respuesta no se ven influenciadas por el género 21 . De manera similar, Xue et al 23 , reportan que también después de utilizar vecuronio la recuperación hasta un 5%, 25% y 90% tiene lugar en un tiempo estadísticamente menor en los hombres, mientras que el índice de recuperación entre 25 y 75% no difiere significativamente.
Ante estos resultados, surgen dificultades para reconciliar el hecho de que tanto Xue et al 19 , 23 , como Mencke et al 20 , no reportan diferencias entre mujeres y hombres en el tiempo para la reversión espontánea entre 25 y 75%, cuando simultáneamente describen que la recuperación antes y después de ese período es más lenta en las mujeres. En sus investigaciones Xue et al 19 , 23 , reconocen que el curso de acción sólo fue estudiado en aquellos pacientes que mostraron un bloqueo neuromuscular completo. Como consecuencia, en primer lugar no pueden comparar los máximos efectos ni las características del periodo de instalación del bloqueo y en segundo término, todos los parámetros para evaluar la reversión espontánea únicamente pudieron ser estimados a partir del final de la inyección y por tal motivo sólo se refieren a la duración. Estos atajos, naturalmente no tienen lugar en el presente trabajo.
Semple et al 51 , estiman la potencia del vecuronio y concluyen que las pacientes mujeres necesitan un 22% menos relajante que los hombres para obtener efectos similares. Sin embargo, Houghton, Aun y Oh 52 , no consiguen ninguna diferencia entre mujeres y hombres en el curso de acción del vecuronio y de igual manera, Gramstaad y Lilleaansen 24 , demuestran que no existen diferencias significativas de sensibilidad entre ambos géneros, al determinar la potencia del vecuronio y pancuronio.
Por otra parte, se describen que el efecto del cis-atracurio y su respectiva cronología de comienzo y de reversión espontánea, no muestran diferencias significativas entre géneros 54 . Mientras que en lo referente a la succinilcolina, si bien es cierto que algunos investigadores observan una relación entre la duración clínica y las pacientes mujeres, que vinculan a las diferencias en el volumen extracelular y la masa muscular dependientes del género, al mismo tiempo demuestran que existe independencia entre el género con la potencia y efecto del relajante despolarizante 55 .
Xue et al 19 , 23 , en dos trabajos sucesivos determinan la potencia del rocuronio y vecuronio en pacientes mujeres y hombres, observando en ambos casos una desviación a la derecha de la curva dosis respuesta correspondiente a los hombres y en consecuencia los valores de las DE’s en los sujetos de este género son significativamente mayores. Para explicar sus hallazgos los autores proponen las diferencias en la constitución corporal que incluyen una masa muscular más abundante y un contenido graso más reducido que define a los hombres y naturalmente lo contrario en las mujeres, lo cual conlleva cambios farmacocinéticos caracterizados por una reducción del volumen de distribución entre estas últimas. En conjunto un incremento de músculos y aumento del volumen de distribución eleva la necesidad de mayores dosis de relajantes.
Los autores mencionados no comprueban su hipótesis para el rocuronio, pero realizan una investigación especial para hacerlo en el caso del vecuronio 27 , observando simultáneamente en las mujeres una reducción del volumen de distribución y un aumento significativo en la concentración plasmática durante los primeros 20 minutos. Pero en este caso no toman en cuenta que la fase rápida de redistribución juega un papel importante en la duración del efecto clínico de este RM, lo cual se traduce en que la caída en la curva de concentración plasmática cruza el nivel de recuperación durante su porción más inclinada (T½π y T½α). Sin embargo, en las estimaciones de Xue et al 27 , esas dos etapas no muestran diferencia entre los géneros y además ocurren con anticipación a la duración clínica 23 , lo cual quiere decir a su vez que ésta tendría lugar cuando ya no existen diferencias en la concentración plasmática del agente. En el mismo sentido la depuración plasmática y el área bajo la curva de concentración, involucrados, en buena medida y razón en la duración del efecto, tampoco son diferentes entre mujeres y hombres. Igualmente en este trabajo e inexplicablemente, las T de ambos géneros no son distintas, siendo este un parámetro directamente proporcional al volumen de distribución, que a su vez y en concordancia con los mismos hallazgos si varía con el género.
En relación al ATR, debemos empezar por repetir que sus características farmacocinéticas no se alteran durante el embarazo 42 y que su duración clínica no se prolonga en el período del post parto 46 . Si bien desde el punto de vista farmacocinético se reporta que la constante keo pudiera ser mayor para las mujeres, sin embargo la constante γ no se afecta por el género 55 . Además, en el curso de la elaboración de la curva dosis-respuesta al ATR, Gramstaad y Lilleaansen 24 han demostrado que no existe diferencias de sensibilidad relacionadas al género.
Xue et al 26 , nuevamente aportan una investigación pertinente. En efecto este amplio estudio va dirigido a identificar la influencia de la edad y el género sobre la potencia y curso de acción del ATR. La metodología y los resultados no difieren esencialmente de los empleados y obtenidos en sus dos trabajos anteriores sobre rocuronio 19 y vecuronio 23 . En esta oportunidad, sin embargo, al ofrecer los valores de potencia correspondientes a toda la data, ésta podría considerarse como una especie de grupo mixto. En tales circunstancias hemos recalculado sus resultados y se observa que la sensibilidad al ATR aumenta en las mujeres y disminuye en los hombres en comparación con una población mixta. Por lo tanto, son una buena sustentación a los mismos resultados obtenidos con los otros dos RM. Como hallazgo revelador muestran que el índice de recuperación (entre el 25 y 75%) se prolonga significativamente de la misma manera que el segmento precedente (5%) y el que le sigue (90%), apoyando las observaciones reportados en sus casos precedentes y en los cuales, ese hecho no se produce 19 , 23 .
En vista de que estas diferencias con nuestros resultados presentes y pasados se mantienen y no pueden ser atribuidas a factores metodológicos, surge la necesidad de identificar otras razones. Una de las posibilidades pudiera estar basada en diferencias étnicas. De hecho estas diferencias se observan entre chinos y caucásicos en el metabolismo de algunas drogas debido a una actividad anormal en determinadas enzimas, en particular con diazepam 56 . Otro tipo de variabilidad étnica que incluye a los asiáticos se refiere a ciertas propiedades farmacocinéticas, responsables de resultados inesperados y efectos colaterales 57 . Serias diferencias en sus respuestas al propofol se han descrito entre malasios, hindúes, chinos y caucásicos 58 así como entre africanos y caucásicos 59 .
Específicamente cuando nos referimos a los RM, se ha descrito que existe una reducción significativa en el período de recuperación de la succinilcolina cuando los europeos se comparan a los chinos y nepaleses 52 . En el mismo sentido también existen reportes acerca de cambios significativos en las respuestas a la misma droga, cuando las comparaciones tienen lugar entre los pacientes de Nueva York con Los Ángeles 60 en primer lugar o bien entre los de Londres y Nueva York 61 – 63 y en general entre europeos y asiáticos 62 .
En relación a otro RM, y de acuerdo con ciertos investigadores, la magnitud y la duración del efecto de la tubocurarina es menor en Londres comparados con los pacientes de Nueva York 61 – 63 .
La construcción de curvas dosis respuesta al vecuronio parecen demostrar que las DE´s de los pacientes en Montreal son significativamente menores que en París 64 , algo similar a lo que ocurre entre sujetos de Brisbane (Australia) y Cardiff (Gran Bretaña) 51 . Otros estudios, por su parte demuestran que la duración clínica de su acción es más prolongada en Europa cuando se compara con la determinada en los Estados Unidos 65 , 66 .
Incluidas algunas limitaciones estadísticas se ha determinado que el ROC es más potente entre los chinos en comparación con los caucásicos 22 sin embargo, este hallazgo resulta confirmado en otra investigación, más amplia y elaborada, que fuera de toda duda pone en evidencia significativas diferencias en la potencia del ROC entre sujetos de Graz (Austria), Englewood (NJ, USA) y Dalian (China) 67 . Es interesante señalar, a propósito de las modificaciones que Xue et al 19 , detectan en el curso de acción del rocuronio de pacientes chinos, que se ha demostrado como todos los parámetros utilizados para evaluar la recuperación de este RM resultan estadísticamente más prolongados cuando sujetos de esta raza se comparan con pacientes caucásicos 22 .
En conclusión: los resultados de nuestra amplia investigación demuestran que la potencia del ATR así como las características de su curso de acción no son diferentes estadísticamente en grupos mixtos, femeninos o masculinos. Estos hallazgos son consistentes con anteriores sobre vecuronio y mivacurio. Por el contrario estudios realizados en pacientes chinos, demuestran conclusiones distintas aunque también consistentes con sus propios trabajos. Queda como una aparente posibilidad para estas diferencias una amplia documentación sobre las diferencias étnicas que caracterizan a los pacientes chinos.
* Parte de esta data fue presentada parcialmente como Poster (Pharmacology) en el IARS 2009 Annual Meeting (San Diego CA USA) y publicado en Anesth Analg 2009; 108: S301.
Bibliografía
- Moller DH, Glass PS. Should a patient’s gender alter the anesthetic plan? Curr Opin Anaesthesiol 2003; 16: 379-383.
- Pleym H, Spigset O, Kharasch ED, Dale O. Gender differences in drug effects: implications for anesthesiologists. Acta Anaesthesiol Scand 2003; 47: 241-259.
- Ciccone GK, Holdcroft A. Drugs and sex differences: a review of drugs relating to anaesthesia. Br J Anaesth 1999; 82: 255-265.
- Baraka A, Tabboush Z, Sibai A, et al. Onset of vecuronium neuromuscular block is more rapid in patients undergoing caesarean section. Can J Anaesth 1992; 39: 135-138.
- Marrugat J, Sala J, Masiá R, et al. Mortality differences between men and women following first myocardial infarction. JAMA 1998; 280: 1405-1409.
- Kortum K, Nolte H, Kenjmann HJ. Sexually related subjective complications after spinal anaesthesia. Reg Anaesth 1982; 5: 1-6.
- Youngman PR, Taylor KM, Wilson JD. Anaphylactoid reactions to neuromuscular blocking agents: a commonly undiagnosed condition? Lancet 1983; 8350: 597-599.
- Laxenaire MC. Substances resposible for perianesthetic anaphylactic shock. A third French multicenter study (1992-94). Ann Fr Anesth Réanim 1996; 15: 1211-1218.
- Fisher MM, Munro I. Life-threatening anaphylactoid reactions to muscle relaxants. Anesth Analg 1983; 62: 559-564.
- Light K, Lowell AT, Holdcroft A. Adverse drug effect of neuromuscular blocking agents in men and women: UK data from yellow card reporting. Br J Anaesth 2003; 90: 416-P.
- Sarton E, Olofsen E, Romberg R, et al. Sex differences in morphine analgesia: an experimental study in healthy volunteers. Anesthesiology 2000; 93: 1245-1254.
- Hoymork SC, Raeder J. Why do women wake up faster than men from propofol anaesthesia? Br J Anaesth 2005; 95: 627-633.
- Kodaka M, Asano K, Miyao H. The propofol Cp50 of women for loss of conciousness is higher than that of men. Anesthesiology 2002; 96: A446.
- Gan TJ, Glass PS, Sigl J, et al. Women emerge from general anesthesia with propofol/alfentanil/nitrous oxide faster than men. Anesthesiology 1999; 90: 1283-1287.
- Buchanan FF, Myles PS, Leslie K, et al. Gender and recovery after general anesthesia combined with neuromuscular blocking drugs. Anesth Analg 2006; 102: 291-297.
- Mencke T, Beerhalter U, Fuchs-Buder T. Spontaneous movements, local reactions and pain on injection of rocuronium. A comparison between female and male patients. Acta Anaesthesiol Scand 2001; 45: 1002-1005.
- Mencke T, Schreiber JU, Knoll H, et al. Women report more pain on injection of a precurarization dose of rocuronium: a randomized, prospective, placebo-controlled trial. Acta Anaesthesiol Scand 2004; 48: 1245-1248.
- Mencke T, Schriber JU, Knoll H, et al. Einfluss des geschlechts auf die intubationsbedingugen nach rocuronium. Der Anaesthesist 2005; 54: 884-888.
- Xue FS, Tong SY, Liao X, et al. Dose-response and time course of effect of rocuronium in male and female anesthetized patients. Anesth Analg 1997; 85: 667-671.
- Mencke T, Soltesz S, Grundmann U, et al. Time course of neuromuscular blockade after rocuronium. A comparison between women and men. Anaesthesist 2000; 49: 609-612.
- Baykara N, Sahin T, Alpar R, et al. Evaluation of intense neuromuscular blockade caused by rocuronium using posttetanic count in male and female patients. J Clin Anesth 2003; 15: 446-450.
- Collins LM, Bevan JC, Bevan DR, et al. The prolonged duration of rocuronium in chinese patients. Anesth Analg 2000; 91: 1526-1530.
- Xue FS, Liao X, Liu JH, et al. Dose-response curve and time-course effect of vecuronium in male and female patients. Br J Anaesth 1998; 80: 720-724.
- Gramstad L, Lilleaasen P. Neuromuscular blocking effects of atracurium, vecuronium and pancuronium during bolus and infusion administration. Br J Anaesth 1985; 57: 1052-1059.
- Schmidt J, Irouschek A, Mauser-Weber P, et al. Effect of gender on the time-course of neuromuscular blockade of cisatracurium. Anesthesiology 2005; 103: A1136.
- Xue FS, Zhang YM, Liao X, et al. Influences of age and gender on dose response and time course of effect of atracurium in anesthetized adult patients. J Clin Anesth 1999; 11: 397-405.
- Xue FS, An G, Liao X, et al. The pharmacokinetics of vecuronium in male and female patients. Anesth Analg 1998; 86: 1322-1327.
- Steinberg D, Steinberg GH. The influence of gender on mivacurium pharmacodyamics: a comprehensive study. Anesth Analg 2008; 106: S228.
- Steinberg D, Steinberg GH. Gender influence on vecuronium potency: a comprehensive study. Anesthesiology 2007; 107: A398.
- Viby-Mogensen J, Engbaek J, Eriksson LI, et al. Good clinical research practice (GCRP) in pharmacodynamic studies of neuromuscular blocking agents. Acta Anaesthesiol Scand 1996; 40: 59-74.
- Steinberg D, Rocuronio. ¿Tiempo de comienzo o velocidad de acción? Rev Esp Anestesiol Reanim 2004; 51: 373-377.
- Steinberg D, Steinberg GH. Onset time and speed of action changes: additional clinical evidences. Anesth Analg 2006; 102: S294.
- Kopman AF, Klewicka MM, Neuman GG. An alternate method for estimating the dose response relationship of neuromuscular blocking drugs. Anesth Analg 2000; 90: 1191-1197.
- Steinberg D, Steinberg GH. A restrictive method used for the evaluation of priming with vecuronium. Anesth Analg 2006; 102: S288.
- Steinberg D, Steinberg GH. Offset/Onset ratio for muscle relaxants: clinical assessment for comparison. Anesth Analg 2008; 106: S221.
- Hannan EL, Bernard HR, Kilburn HC, O’Donnell JF. Gender differences in mortality rates for coronary artery bypass surgery. Am Heart J 1992; 123: 866-872.
- Gan TJ, Glass PS, Sigl J, et al. Women emerge from general anesthesia with propofol/alfentanil/nitrous oxide faster than men. Anesthesiology 1999; 90: 1283-1287.
- Hoymork SC, Raeder J. Why do women wake up faster than men from propofol anaesthesia? Br J Anaesth 2005; 95: 627-633.
- Kodaka M, Asano K, Miyao H. The propofol Cp50 of women for loss of conciousness is higher than that of men. Anesthesiology 2002; 96: A446.
- Stonell CA, Leslie K, He C, Lee L. No sex differences in memory formation during general anesthesia. Anesthesiology 2006; 105: 920-926.
- Loebstein R, Lalkin A, Koren G. Pharmacokinetic changes during pregnancy and their clinical relevance. Clin Pharmacokinet 1997; 33: 328-243.
- Guay J, Grenier Y, Varin F. Clinical pharmacokinetics of neuromuscular relaxants in pregnancy. Clin Pharmacokinet 1998; 34: 483.
- Gin T, Chan MTV, Chan KL, Yuen PM. Prolonged neuromuscular block after rocuronium in postpartum patients. Anesth Analg 2002; 94: 686-689.
- Pühringer FK, Sparr HJ, Mitterschiffthaler G, et al. Extended duration of action of rocuronium in postpartum patients. Anesth Analg 1997: 84: 352-354.
- Gin T, Derrick JL, Chan MT, et al. Postpartum patients have slightly prolonged neuromuscular block after mivacurium. Anesth Analg 1998; 86: 82-85.
- Khuenel-Brady KS, Koller J, Mair P, et al. Comparison of vecuronium and atracurium induced neuromuscular blockade in postpartum and nonpregnant patients. Anesth Analg 1991; 72: 110-113.
- Camp CE, Tessen J, Adenwala J, Joyce TH. Vecuronium and prolonged neuromuscular blockade in postpartum patients. Anesthesiology 1987; 67: 1006-1008.
- Mencke T, Beerhalter U, Fuchs-Buder T. Spontaneous movements, local reactions and pain on injection of rocuronium. A comparison between female and male patients. Acta Anaesthesiol Scand 2001; 45: 1002-1005.
- Mencke T, Schreiber JU, Knoll H, et al. Women report more pain on injection of a precurarization dose of rocuronium: a randomized, prospective, placebo-controlled trial. Acta Anaesthesiol Scand 2004; 48: 1245-1248.
- Mencke T, Schriber JU, Knoll H, et al. Einfluss des geschlechts auf die intubationsbedingugen nach rocuronium. Der Anaesthesist 2005; 54: 884-888.
- Semple P, Hope DA, Clyburn P, Rodbert A. Relative potency of vecuronium in male and female patients in Britain and Australia. Br J Anaesth 1994; 72: 190-194.
- Houghton IT, Aun CST, Oh TE. Vecuronium: an anthropometric comparison. Anaesthesia 1992; 47: 741-746.
- Schmidt J, Irouschek A, Mauser-Weber P, et al. Effect of gender on the time-course of neuromuscular blockade of cisatracurium. Anesthesiology 2005; 103: A1136.
- Vanlinthout LEH, Van Egmond J, De Boo T, et al. Factors affecting magnitude and time course of neuromuscular block produced by suxamethonium. Br J Anaesth 1992; 69: 29-35.
- Parker CJ, Hunter JM, Snowdon SL. Effect of age, gender and anaesthetic technique on the pharmacodynamics of atracurium. Br J Anaesth 1993; 70: 38-41.
- Zhou HH, Liu ZQ. Ethnic differences in drug metabolism. Clin Chem Lab Med 2000; 38: 899-903.
- Kim K, Johnson JA, Derendorf H. Differences in drug pharmacokinetics between east asians and caucasians and the role of genetic polymorphisms. J Clin Pharmacol 2004; 44: 1083-1105.
- Ortolani O, Conti A, Chan YK, et al. Comparison of propofol consumption and recovery time in Caucasians fron Italy with Chinese, Malays and Indians from Malaysia. Anaesth Intensive Care 2004; 32: 250-255.
- Ortolani O, Conti A, Ngumi ZW, et al. Ethnic differences in propofol and fentanyl response: a comparison among Caucasians, Kenyan Africans and Brazilians. Eur J Anaesthesiol 2004; 21: 314-319.
- Levy G. Differences in effect of suxamethonium in London, Los Angeles and New York. Br J Anaesth 1976; 42: 979-980.
- Katz RL, Norman J, Seed RF, Conrad L. A comparison of the effects of suxamethonium and tubocurarine in patients in London and New York. Br J Anaesth 1969; 41: 1041-1047.
- Norman JA. A trans-atlantic comparison of the pharmacokinetics of suxamethonium. Br J Anaesth 1976; 48: 814.
- Norman J, Morgan M. The effect of tacrine on the neuromuscular block produced by suxamethonium in man. Br J Anaesth 1975; 47: 1027.
- Fiset P, Balendran P, Meistelman C, et al. Vecuronium is more potent in Montreal than in Paris. Can J Anaesth 1991; 38: 717-721.
- Patel RV, Katz RL, Schwarz S, Calmes SH. Comparison of neuromuscular effects of vecuronium in patients in Austria and the USA. Anesth Analg 1994; 78: S336.
- Salib Y, Frossard J, Plaud B, et al. Neuromuscular effects of vecuronium and neostigmine in Montreal and Paris. Can J Anaesth 1994; 41: 908-912.
- Dahaba AA, Perelman SI, Moskowitz DM, et al. Geographic regional differences in rocuronium bromide dose-response relation and time course of action: an overlooked factor in determining recommended dosage. Anesthesiology 2006; 104: 950-953.