Carla Pellegrin 1 , Diógenes Bravo 2 , Manuel Lorca 2 , Rodrigo Figueroa 2 , Vanessa Vásquez 2 , Hermann Gundersen 2
Rev. chil. anest. Vol. 43 Suplemento 1 pp. 226-234|doi:
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Introducción
En los últimos 20 años distintas publicaciones estiman que la prevalencia de dolor agudo postoperatorio (DAP) va desde un 26% hasta un 68%. En Chile existen pocos datos que estimen prevalencia. La importancia del manejo del DAP no sólo radica en paliar el sufrimiento del paciente postoperado, sino también porque incide en la morbilidad y puede tener repercusiones en distintos sistemas de órganos.
Objetivo General
Determinar la prevalencia del DAP en el Complejo Hospitalario San José y valorar estadísticamente la efectividad de las intervenciones terapéuticas empleadas para el manejo del DAP.
Material y Métodos
Estudio retrospectivo, descriptivo, observacional. Se realizó un corte de 290 pacientes, siendo las variables a valorar la aplicación de la EVA al día siguiente de la cirugía, en condiciones de sueño, reposo y movimiento, las intervenciones terapéuticas realizadas y los medicamentos analgésicos empleados.
Resultados
En la corte estudiada, el porcentaje de pacientes que refirieron EVA > 5 fue 15% en estado de reposo y ascendió a 34% en movimiento. Las cirugías que con mayor frecuencia reportaron EVA > 5 fueron la cirugía de miembro superior y hombro (66%), seguido de videotoracoscopia (50%) y amputaciones (33%). El 52% de las cirugías realizadas en este centro hospitalarios son manejadas con algún opiáceo (morfina o tramadol). Se prefiere el uso de infusiones continuas de AINEs asociadas a algún tipo de opiáceo, al uso de analgésicos de rescate, alcanzando esta última indicación sólo un 12,7%. Cirugías como las de miembro superior (incluyendo hombro), son las que tienen peor control del DAP, alcanzando un 66%, seguido de las videotoracoscopias (50%).
Conclusiones
En relación a lo reportado en la literatura internacional, nuestro centro presenta una prevalencia menor de DAP. Estos mejores resultados probablemente sean debidos al uso adecuado de opiáceos asociados a AINES en técnicas de infusión continua, evitando el uso de AINES y opiáceos SOS. Sin embargo, cirugías como las de hombro y miembro superior tienen peor control del DAP, probablemente debido a la no implementación de técnicas regionales continuas con uso de dispositivos PCA.
